
Del coronavirus, de esta pandemia, San Luis Potosí ya aprendió, todos hemos aprendido, saldremos bien y saldremos adelante; afirma la titular de los Servicios de Salud del Gobierno del Estado, Mónica Liliana Rangel Martínez, a 90 días de que se confirmara el primer caso de covid-19 en territorio potosino y ante las estadísticas que ponen en evidencia el buen manejo que se le ha dado a la contingencia sanitaria.
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Cinco meses de incansable trabajo
Si bien, el 13 de marzo se dio a conocer el primer caso, desde enero de este año, dos meses antes, comenzó un intenso trabajo de preparación encaminado a preparar hospitales, personal y equipo médico. Rangel Martínez explica que desde las primeras semanas del 2020 se mantuvo una comunicación constante con las instancias federales e internacionales de Salud ante el peligroso avance del covid-19.
Instituciones educativas, el Sector Salud y la población en general se sumaron a una dinámica preventiva y preparatoria ante la inminente llegada de una pandemia cuyo alcance todavía no podía preverse aunque ya se tenían datos sobre el impacto que estaba generando en otros países.
«El 2 de enero, la OMS nos dijo que era una situación grave, que avanzaría por el mundo y que, seguramente, se convertiría en una pandemia. El 15 de enero comenzamos con una fase de preparación, a monitorear el virus, un virus nuevo, y a prepararnos para poder hacer frente a esta situación. Empezó nuestra Fase 1, todos los importados que venían de otros países. Viene la Fase 2 donde identifican los primeros casos locales, para entonces ya estábamos preparados con un sistema de salud dividido por dos rutas; lo cotidiano y el covid. La fase generalizada llegó después, es donde todavía nos encontramos» explica.
Las fallas del #QuédateEnCasa
La Fase 3 de la pandemia llegó a San Luis Potosí casi dos meses después de que arrancó la estrategia del #QuédateEnCasa, era, quizás, el momento más crítico de toda la contingencia, sin embargo, a estas alturas, resultaba insostenible la posibilidad de que la población permaneciera en aislamiento. Miles de familias enfrentaban diversos problemas que ya no se relacionaban con la cuestión sanitaria sino con la economía y otros aspectos de índole social.
«Comenzamos a observar las grandes brechas que hay en la parte económica, social o cultural. Hay personas que se pueden quedar en casa, que tienen esa posibilidad, pero hay muchas familias que no pueden hacerlo, que viven al día, que si no trabajan ese día no pueden llevar comida a casa. Tuvimos que transitar entre una epidemia sanitaria y una epidemia económica» precisa la funcionaria al recordar la estrategias implementadas por el Gobierno del Estado para reactivar el factor económico bajo una estricta vigilancia sanitaria a fin de descartar riesgo para la población.
Éxito y buenos resultados sobre el manejo de la pandemia
Mónica Liliana sentencia que San Luis Potosí ha tenido un buen manejo de la pandemia y que los resultados obtenidos, pese a las defunciones, arrojan resultados exitosos. Esta situación la atribuye a dos cuestiones importantes; primero, el apoyo y la colaboración de los potosinos para atender las recomendaciones. Segundo, el invaluable trabajo de todo un equipo de profesionales de la Salud que han sido la primera línea de batalla para enfrentar la pandemia arriesgando, incluso, su propia vida.
«El éxito que ha tenido San Luis Potosí radica en que el virus no se ha reproducido tan rápido, que no hemos tenido grandes brotes, no hemos tenido que recurrir al cierre total de actividades. Lo hemos llevado de manera controlada, hemos aplanado la curva. Estamos en un ritmo de contagio manejable» precisa Rangel Martínez al reconocer que se esperaba un escenario peor, con más contagios, con un colapso total del Sistema de Salud.
A la fecha, San Luis Potosí se encuentra entre los 10 estados de la República Mexicana con el menor número de contagios y entre los seis con la menor tasa de mortalidad a pesar de los factores de riesgo que existen entre la población. De igual forma, se debe mencionar la tasa de recuperación cercana al 15 por ciento.
«Tengo la fortuna de tener un gran equipo, un equipo con experiencia. Hemos podido conjuntar las veces de diversas instituciones. A 90 días de estar con un trabajo intenso, 24/7», comenta.
Satisfacciones…
En el aspecto personal, más allá de la funcionaria pública, Mónica Liliana reconoce que hay varios logros, acciones y resultados que le traen grandes satisfacciones pues no solamente se está enfrentando una pandemia y se busca garantizar el bienestar de la población, sino que, a la par, se está generando un cambio de actitud, una nueva visión y forma de ver la vida.
«Hay acciones que te dan satisfacción porque logras cambiar actitudes. Lo más difícil es crear conciencia y eso es lo que vale la pena, eso es lo que te llevas, eso nadie te lo va a quitar. Tal vez, en algunos años nadie va a recordar esta situación porque ya habrá una vacuna, porque ya estaremos acostumbrados pero, el que tú hayas sido parte de esta historia, de un cambio cultural, de una conciencia social, eso es lo que te llena de orgullo para toda la vida».
Todavía no se puede bajar la guardia
El riesgo no ha pasado, advierte Rangel Martínez, quien insiste en que no se puede bajar la guardia todavía. Se tienen que mantener los protocolos de salud y prevención pues, mientras no haya una vacuna, las posibilidades de contagio con latentes y no deben pasarse por alto.
«Estamos a la mitad, junio todavía nos lleva a una situación de máximo riesgo, estamos en un semáforo rojo. Todavía no podemos bajar la guardia, tenemos que seguir dejando la parte educativa, la de gobierno, lo recreativo y lo social. En este momento, todavía, hay alto riesgo de contagio, necesitamos de la ayuda de la gente. La estrategia no puede cambiar, si estás saliendo a la calle, protégete».