El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que los canales de comunicación entre Caracas y Washington están “desechos” debido a las amenazas y presiones de Estados Unidos, aunque precisó que existe un hilo mínimo para coordinar la repatriación de migrantes deportados.
Maduro calificó como “agresión” las acciones de Estados Unidos en distintos ámbitos: judicial, político, diplomático y militar, además, señaló que buques de guerra estadounidenses apuntan misiles hacia Venezuela.
El mandatario venezolano criticó a la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, por amenazar a Venezuela desde su país, y vinculó su postura al senador estadounidense Marco Rubio.
En referencia a un incidente ocurrido el viernes pasado, cuando 18 marines abordaron un barco pesquero venezolano en la zona económica exclusiva del país, Maduro calificó la operación de “bochorno” y aseguró que buscaba generar un conflicto mayor, aunque no pasó a mayores gracias a las medidas de disuasión venezolanas.
Maduro desmintió también las acusaciones de Donald Trump sobre el envío de drogas y pandilleros desde Venezuela, atribuyó la responsabilidad del narcotráfico a Colombia y acusó directamente a los expresidentes Álvaro Uribe e Iván Duque.
El presidente reiteró que el despliegue militar estadounidense en el Caribe busca un cambio de régimen y control sobre las reservas petroleras venezolanas, y aseguró que Venezuela está preparada para defender su independencia y preservar la paz.
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