San Luis Potosí llora la pérdida de Dariana Posadas Gutiérrez, una joven de 20 años, estudiante de Ingeniería Industrial en el Instituto Tecnológico de San Luis Potosí, quien fue brutalmente asesinada tras un asalto en la delegación de La Pila. Dariana, quien también era conductora de la plataforma de transporte InDrive, recibió dos balazos al intentar resistirse al robo de su vehículo la tarde del pasado domingo 22 de septiembre. A pesar de sus esfuerzos por buscar ayuda, falleció antes de recibir atención médica.
Dariana era mucho más que una joven trabajadora. Era una talentosa patinadora que había destacado en competencias locales, como el Festival Capital Urbano, así como a nivel nacional, en Aguascalientes, Querétaro y Zacatecas; donde su habilidad con la patineta la convertiría en una fuente de inspiración para la comunidad de skaters en la ciudad. Para quienes la conocieron, la patineta era su símbolo de libertad y fuerza; en ella, Dariana se transformaba, pasando de ser una joven reservada a una mujer fuerte y llena de vida.
La noticia de su asesinato ha dejado un profundo dolor entre sus amigos y compañeros. Las redes sociales se llenaron de mensajes de quienes la consideraban una hermana, una amiga incondicional y una atleta que todavía tenía mucho por ofrecer. «Siempre me motivabas a ser mejor en el skate… tú tenías mucho que dar todavía», expresaron en su cuenta de Facebook despidiéndose de ella.
La comunidad de skate en San Luis Potosí y la sociedad estudiantil del Tecnológico han alzado la voz, exigiendo justicia por la joven que se convirtió en una víctima de los asaltantes que, de dos tiros, le arrebataron su futuro. La indignación por lo sucedido ha motivado varias movilizaciones de choferes y repartidores de aplicación, quienes se unen a las exigencias de justicia y la rápida respuesta por parte de la Fiscalía General del Estado. El dolor de sus seres queridos es profundo, pero también es mucha la ira al tomar en cuenta las condiciones tan violentas en las que sucedió su muerte.
Dariana deja un vacío irreparable en su familia, en su grupo de amigos, en las calles donde solía patinar y en los corazones de quienes la admiraban y la querían. Su vida, llena de promesas y sueños, fue truncada a balazos por un par de delincuentes y, hoy, los potosinos claman por justicia, para que su muerte no quede impune.
Seguiremos informando