
Con la meta de incrementar en al menos un hombre de fe por templo o parroquia, este domingo 26 de febrero se iluminó la luz del Año Vocacional 2023, mismo que tendrá diferentes actividades a lo largo del año para acercar a más personas al camino del Señor y ayudar a prepararse como padres o sacerdotes de las diferentes iglesias.
Previo a terminar la tradicional misa de medio día en la Catedral Potosina, el padre Francisco Espinoza encendió de forma simbólica la vela para dar por iniciado el Año Vocacional 2023, mismo que surgió de una idea del Arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe y que busca aumentar el número de vocaciones para atender de mejor forma a la ciudadanía.
“Nuestro señor Arzobispo ha querido que nuestra Iglesia viva un encuentro con el Señor, un encuentro como comunidad diocesana y es para pedir a Dios por las vocaciones sacerdotales. En nuestra Iglesia en los últimos años hemos experimentado algo que podemos llamar una crisis vocacional, es decir, los jóvenes que entran al seminario o cada vez menos responden al llamado del Señor”, compartió el padre Francisco.
Acerca de las causas de esta crisis sacerdotal, el rector de la Catedral Potosina dijo que “una de las consecuencias de esta crisis es la falta de acompañamiento, de cercanía y de no darnos abasto con las actividades, el sacramento, las confesiones y todo lo que implica la vida sacerdotal en las Parroquias. Es una responsabilidad de toda la comunidad”.
“Ojalá de cada Parroquia o Templo pueda surgir al menos una vocación. Esto multiplicado por las aproximadamente 100 parroquias que son sería un número considerable”, puntualizó.
Durante este año, antes de culminar la misa con la tradicional bendición se tendrá la oración por las vocaciones, misma que se comparte a continuación:
“Oh Jesús, buen pastor,
dígnate mirar con ojos de misericordia,
a esta porción de tu grey amada.
Señor, suscita en tu Iglesia
vocaciones sacerdotales, consagradas
y laicales para extender tu reino.
Te lo pedimos por
la Inmaculada Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.
Oh Jesús, danos vocaciones, según tu corazón.
Amén”