
Hace dos semanas, se volvió muy popular el caso de un perro que fue arrojado a un caso con aceite hirviendo en Tecámec, Estado de México; al principio se creía que era un lomito callejero, pero se descubrió que el can tenía familia.
En honor a la historia de Benito (como se le llamó al perro antes de conocer su verdadero nombre), un artista llamado Fernando Cruz creó un mural para rendir homenaje a Scooby, el perro que murió tras ser arrojado a aceite hirviendo.
El mural se encuentra en la comunidad de San Pablo Tecalco en el municipio de Tecámac, justo a lado de la carnicería donde el can fue lanzado al cazo y sufrió graves quemaduras que terminaron por provocarle la muerte horas después.
“El dolor no sólo quedó en mi piel. También todos los corazones”, escribió el artista urbano Fernando Cruz en su cuenta de Instagram @yeser_man99.