La prevención es la clave para mantener la garganta libre de molestias e infecciones, que en su mayoría son causadas por virus o bacterias. En época invernal, esta enfermedad aumenta de forma considerable en la población, pero ¿Cómo se puede evitar?
La medida más eficaz y simple es mantener una higiene estricta, comenzando por el lavado frecuente y minucioso de manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Además, es crucial evitar tocarse la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca, que son puertas de entrada comunes para los gérmenes.
Se recomienda también limitar el contacto cercano con personas que muestren síntomas de resfriados o infecciones respiratorias, y no compartir utensilios, vasos o alimentos. Al toser o estornudar, es fundamental cubrirse con un pañuelo desechable o el pliegue del codo para evitar la propagación de partículas.
Un sistema inmunológico fuerte es la mejor defensa del cuerpo contra los patógenos. Adoptar una dieta balanceada, rica en vitaminas y minerales, y asegurar un descanso suficiente son hábitos fundamentales para potenciar las defensas.
Para las personas que usan mucho la voz, como maestros o cantantes, es importante darle descanso y evitar forzarla. Si, a pesar de las medidas preventivas, el dolor de garganta persiste, se agrava, o se acompaña de dificultad para respirar o tragar, es crucial consultar a un profesional de la salud.
