
Ante la falta de resultados, el rezago que enfrentan las instituciones y el incremento en la incidencia delictiva, abogados de San Luis Potosí, miembros de diversas organizaciones, propusieron al gobernador electo, Ricardo Gallardo Cardona, la destitución de Federico Garza Herrera, titular de la Fiscalía General del Estado; Rodolfo Hernández Limón, delegado de la Fiscalía General de la República en la entidad, y a Arturo Landeros Hernández, encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, pues, insisten son perfiles que han demostrado no tener la capacidad para estar al frente de estas instituciones ni para garantizar la seguridad de los potosinos.
Los litigantes insistieron en que, al término de este sexenio, San Luis Potosí estará peor que antes en materia de seguridad, pues los titulares de estas dependencias no supieron entregar buenos resultados a la ciudadanía, por el contrario, permitieron que el problema aumentara de manera considerable, permitiendo que sus agentes se oxidaran pues, a la fecha, los policías son viejos, mañosos y flojos que, a pesar de estar entre los mejores pagados a nivel nacional, ahora, sólo quieren hacer “horas nalga” en oficinas públicas.
Precisaron que, en el caso de la Fiscalía General del Estado, el rezago y la lentitud en la integración de las carpetas de investigación ha disparado los índices de impunidad alarmantemente, mientras que la Secretaría de Seguridad ha sido omisa en sus labores de prevención, evitando enfrentar a los criminales, al tiempo que la delegación de la FGR resulta inoperante y no tiene beneficio alguno para la entidad.
En ese sentido, recomendaron a Gallardo considerar los perfiles del general Guzmar Ángel González, para la Secretaría de Seguridad Pública, a Jorge Vega Arroyo para la Fiscalía General del Estado y a Edgardo Hernández Contreras para la delegación de la FGR a fin de que se pueda enfrentar la brutal estadística que enfrenta San Luis Potosí luego de 12 años de autoridades ausentes y de grupos delictivos que han sabido imponer sus normas a costa de la tranquilidad de los potosinos.