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Cinco hábitos saludables para este verano

* Claves de un estilo de vida equilibrado incluso en vacaciones

Este verano relájate y pon en práctica estos cinco hábitos saludables, que te permitirán disfrutar de las vacaciones y te harán olvidarte de la bandeja de entrada del e-mail y, con suerte, de tu teléfono.

En esta temporada es seguro que rompas con tus horarios y tu patrón de alimentación y ejercicio; sin embargo, procura mantener actividades básicas que te permita tener el control.

  1. Caminar descalzos

Aprovecha esta estación para estar descalzos, esto ayudará a para estimular los músculos, ligamentos y tendones del pie, y contribuyendo a una caminata más natural y eficiente que reduce el riesgo de lesiones como fascitis plantar. El verano es un momento perfecto para conectar con la arena del mar, con la hierba en la naturaleza, y adaptar nuestros pies a diferentes estructuras, porque tiene muchos beneficios. La estimulación directa de las terminaciones nerviosas plantares mejora la conciencia corporal, el control postural y disminuye la inestabilidad.

De vez en cuando en casa, nos quitemos los zapatos y caminemos. En la infancia, andar descalzo fortalece el desarrollo psicomotor, el arco plantar y el equilibrio, detalla.

  1. Dormir más

En el sueño tenemos el hábito gratuito con más evidencia científica en salud. Ya sabemos que, mientras dormimos, nuestras células se reparan, consolidamos la memoria y recuperamos la energía, entre otros muchos procesos. Durante el sueño, el sistema nervioso se recupera, se fortalece y se prepara para luchar contra infecciones. Si ese sistema nervioso está fuerte, porque has descansado bien, estará preparado. Si no, ahí es donde aparecen patologías.

  1. Reducir la luz azul

En esta temporada nada mejor que desconectar del teléfono móvil y leer un libro en papel o conversar con la familia. Vivimos rodeados de pantallas y por eso debemos crear una mejor higiene del sueño para poder descansar. «Es vital intentar llegar a las 7-8 horas. La clave es que haya una transición de la actividad a la habitación donde dormimos. Dale a tu cuerpo una señal. Entra a tu habitación y que ya esté la luz apagada; entra en rutina con la lectura de un capítulo, meditación, un poquito de yoga…, o date una ducha corta de agua tibia y termina con dos minutos de agua fría del cuello hacia abajo antes de ir a la cama.

4. Aprovecha los deportes al aire libre

No hace falta buscar el gimnasio antes del destino vacacional para cuidarse. Hacer ejercicio por la mañana y exponerse a la luz natural tiene efectos positivos en el sistema endocrino y el estado de ánimo. Así que nada mejor que madrugar en vacaciones para hacer yoga en el patio de la casa que has alquilado, salir a caminar de forma activa, correr por la playa.

También se puede utilizar el verano para descubrir actividades nuevas como deportes que tengan que ver más con el agua, con la liberación mental, darle un poco de foco a entrenamientos de movilidad, posturales, yoga, pilates, conectar con la naturaleza… para englobar todos los beneficios que tiene el deporte, que van más allá de un físico.

5. Alimentación consciente y flexible

Parece que en verano estamos más abiertos a probar todo para entrar en el traje de baño y la realidad, es que no hay una dieta única para todos, depende del momento vital y el estilo de vida de la persona. Algunas recomendaciones generales son masticar bien (un mínimo de 20 veces por bocado), no comer por encima de nuestras necesidades y priorizar lo crudo y natural, especialmente ahora que tenemos platos muy ricos como las ensaladas y los gazpachos que nos refrescan.

 

En definitiva, si avanzamos en pasitos cortos, vamos más rápido, sé consciente de que mejorar el sueño, la alimentación, el ejercicio y tener momentos de disfrute mejora nuestras relaciones, nuestro entorno, y todo lo que nos rodea, estos tips ofrecen una visión más holística, duradera y realista de la salud.

Seguiremos informando.

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