
Joaquín Guzmán López, El Güero Moreno, integrante de Los Chapitos y uno de los hijos de Joaquín «El Chapo Guzmán», se declaró culpable de narcotráfico en una audiencia ante el Tribunal Federal de Distrito en Chicago, como parte de un acuerdo con el que busca evitar la cadena perpetua a cambio de no apelar su sentencia y colaborar plenamente con las autoridades estadounidenses.
Durante la audiencia, Guzmán López, de 39 años, aceptó su responsabilidad en el trasiego de decenas de miles de kilos de droga hacia Estados Unidos, operados principalmente a través de túneles. Vestido con uniforme naranja y bajo fuerte seguridad, reconoció dedicarse al «tráfico de drogas» cuando la jueza Sharon Coleman le preguntó a qué se dedicaba.
El gobierno estadounidense señaló que, si coopera, Guzmán López podría aspirar a una sentencia mínima de 10 años de prisión, aunque el acuerdo no garantiza dicho beneficio. En el documento de culpabilidad, el acusado relató su participación en un secuestro contra una figura identificada como «Individuo A», cuya descripción coincide con Ismael «El Mayo» Zambada, líder histórico del cártel de Sinaloa.
Según la declaración, Guzmán López citó a Zambada en una finca de Culiacán el 25 de julio de 2024, donde coordinó su captura mediante un operativo en el que hombres armados lo sometieron, lo encapucharon y lo trasladaron a una avioneta que voló hacia Nuevo México, donde ambos fueron detenidos. Aseguró que el gobierno de Estados Unidos no estuvo involucrado ni tuvo conocimiento previo de ese secuestro.
El acuerdo judicial establece que Guzmán López deberá proporcionar información y testimonio veraz en cualquier investigación o proceso solicitado por el Departamento de Justicia. Su abogado, Jeffrey Lichtman, calificó como «justo» el trato recibido en Estados Unidos y afirmó que buscará una sentencia aún menor para su cliente.
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