A pesar de ser considerado como Patrimonio Mundial por la Unesco, debido a que está dentro del catálogo de Tierra Adentro, muchas partes del Centro Histórico se encuentran en un total abandono. Uno de los casos que más llaman la atención, principalmente por que diariamente miles de personas transitan por ahí es la calle de Zaragoza. Las bancas están destruidas, hay grafittis en las paredes de los negocios y, en las calles que cruzan estas vías hay baches que llevan años sin ser arreglados.
El Consejo del Centro Histórico, coordinado por el ex gobernador y tío del alcalde Xavier Nava, Horacio Sánchez Unzueta, y el Ayuntamiento capitalino son los encargados de la conservación y restauración del patrimonio de este cuadrante de la ciudad, pero pareciera que los millones que obtienen por el Fideicomiso de Rehabilitación para el Centro Histórico sólo se ocupan para ciertas cosas.
Las bancas, que llevan años sin darles una retocada, tienen los asientos de madera rotos, la pintura se está cayendo y, en algunos de ellos, el respaldo y las patas se zafaron por la acumulación de oxido que tienen, principalmente por la omisión de las autoridades encargadas de su reparación.
En los muros de cantera y en los teléfonos públicos se pueden ver los grafittis que varios pandilleros han realizado. Además, en varias de las intersecciones como en la de la calle de Agustín de Iturbide hay baches que, prácticamente, ya son reliquias de la humanidad por todo el tiempo que llevan sin repararse.
Por años, este vía peatonal ha sido olvidada por el Conejo del Centro Histórico a pesar de ser uno de los puntos comerciales más concurridos de la zona centro y de tener varios de los edificios y casonas más representativas de la ciudad. Este comité se preocupa más por viejos cuadros encerrados en las iglesias que por el verdadero atractivo turístico y comercial de la ciudad.
Y sí es San Luis Potosí, para que no traten de desmentir, el que tenga duda que vaya a caminar por el centro de la ciudad.
