La imagen de Marko Cortés después de las elecciones de EDOMEX era la de “euforia de la derrota” (claro que no puede haber euforia en un estado depresivo). En sus ojos y tez se veía el fracaso, pero no podía permitir conectar el sentir con el habla claro estaba. Él se encontraba celebrando la Derrota.
Era muy simpático verlos reunidos a los dirigentes del PRI, PAN y PRD para celebrar la derrota de su candidata en el EDOMEX. Celebraban que en Coahuila (con menos votantes y significancia electoral) habían triunfado en la elección, aunque también festejaban haber perdido el segundo bastión más importante del país, siempre dominado por el PRI. La meca de la corrupción como es el Estado de México.
– “Estamos empatados prácticamente”, lánguidamente decía Marko Cortés. “Esto demuestra que podemos ganarle a Morena en 2024”, remataba ya sin fuerza.
Tan pueden ganarle, que ya son 23 estados que pierden de 32, veintitrés que les ha ganado Morena, uno de ellos con su nefasto aliado del Verde. Pero ellos siguen creyendo que si pueden ganarle. Todos los días los vemos a los 3 -después de asesorarse con Claudio X González-, de donde salen eufóricos con una nueva estrategia…para perder nuevamente.
Ni un ápice de autocrítica y reflexión. Tampoco tienen vergüenza y sus seguidores partidarios, les han tenido una paciencia monumental que raya en la autoinmolación.
Olvidan que la imagen que muestran (acorde a sus equipos de imagen y comunicación) no corresponde con la realidad que les pega como un portazo en la mañana para que despierten, pero no despiertan. Siguen pensando que pueden ganar ahora la que sigue, cuando una a una las han ido perdiendo irremediablemente.
Y seguirán perdiendo.
El PRD ya perdió el registro en los dos estados, y Jesús Zambrano se reía (si, así como se escucha) estaba feliz al lado de la candidata del Moral una vez que reconocía su derrota.
El infumable Alito hacía cuentas que no correspondía más que a su realidad. Diciendo que el PRI “está muy vivo y conviene estar con él porque aportó casi el 70% de los votos en los dos estados, el PAN el 22% y el PRD el 8%. Mientras Marko y Zambrano se miraban diciéndose: “no mames ojalá hubiésemos obtenido eso”, y se movían orondos.
Por eso Dante de Movimiento Ciudadano, – no con autocrítica real, sino porque los datos que tenía le decían que era un fracaso la coalición en EDOMEX-, se bajó sin pensarlo.
– “Quieren que seamos los músicos del Titanic y eso no va a ser”, les restregaba.
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Y los otros (Marko, Alito y Zambrano) le daban un ultimátum para volver a subirse a la fórmula ganadora contra Morena. Claro que Dante puede ser todo menos pendejo, seguirá riéndose de ellos: yendo solo ganará más que con ellos. Movimiento Ciudadano podría en la siguiente elección desplazar al PRI o al PAN como segunda fuerza política, o quedarse en una muy buena tercera posición. En número de ciudadanos Movimiento Ciudadano gobierna ya a más mexicanos que el PRI y el PAN.
Lo cierto es que el PRD está desapareciendo como una imagen que se borra de una fotografía rápidamente, Zambrano será un fantasma omnipresente (¡que además nunca aportó nada!); el PRI está en vías de extinción como partido y en gran parte gracias al dirigente Alito, y a Marko Cortés deberán buscarle una forma de deshacerse de él porque los lleva a un precipicio del que quizá tarden elecciones en salir.
