Titulares

Celebran Domingo de Ramos sin congregación de feligreses

En un hecho insólito, y que la reciente historia de la fe católica en San Luis Potosí no había registrado, se celebró el Domingo de Ramos sin puestos de vendedores de palmas, sin feligreses ocupando las entradas de las iglesias y sin el júbilo cristiano que enmarca el inicio de la Semana Santa.

El pasaje que prolonga la calle de Manuel José Othón, en el Centro Histórico de la capital potosina, lució sin los comerciantes que año tras año venían de las comunidades aledañas a la ciudad para ofrecer los ramos de palmas, la manzanilla y las artesanías hechas con el mismo material a los creyentes católicos, mismos que, posteriormente, se bendecían al final de las misas que celebran hoy la entrada triunfal de Jesús Rey a Jerusalén.

Las imágenes que mostraban la ausencia de feligreses en las inmediaciones de las iglesias se complementaban con la de los templos cerrados; sus grandes puertas solo tenían un par de ramos entrecruzados, sin ningún otro anuncio o indicación, circunstancia que confundía a algunas personas que se acercaban para asomarse por entre las rendijas, tratando de buscar algunas respuestas. De la misma forma, este domingo, más allá de los atrios de las iglesias, los espacios en las principales plazas del Centro Histórico también mostraron el poco auge de potosinos, dando a entender, tal vez, que la sociedad está respondiendo de buena manera a las indicaciones de los Servicios de Salud estatal y federal de quedarse en casa y, así, evitar más posibles contagios del Covid-19.

Sin embargo, dentro de la otra cara de la moneda de esta continencia sanitaria, se encuentra ese sector de la población que no puede parar sus labores, ya que estos viven al día para obtener algo de ingresos económicos y llevar el alimento a sus hogares.

Tal es el caso de los globeros que se encuentran en la Plaza de Armas, justo enfrente de la Catedral Metropolitana. Uno de ellos, ante la cámara de Código San Luis, lamentó la situación que nuestra ciudad está pasando. Específicamente se refirió a este día, Domingo de Ramos, ya que en su vida como comerciante del Centro Histórico no había vivido tales circunstancias en esta época de la Semana Mayor de la fe católica. Con un incontenible sollozo, el vendedor comentó que la Plaza de Armas debería de estar lleno de personas con sus “ramitos”, esperando a entrar al templo para escuchar la misa. “Qué más hacemos”, continuó diciendo el hombre ante la nula venta que registraba hasta el momento, a la vez que intensificaba el sentimiento triste y desalentador por la incertidumbre que se vive a causa de la contingencia sanitaria.

Justo al medio día, las campanas de Catedral comenzaron a sonar indicando el inicio de la misa que presidiría el arzobispo Jesús Carlos Cabrero a puerta cerrada, pero que los feligreses podían seguir a través de las redes sociales de la Arquidiócesis de SLP. Sin embargo, aún así, algunas personas decidieron quedarse cerca de las puertas del templo a escuchar lo poco que se podía percibir desde el interior y, así, recibir la bendición del jerarca de la iglesia potosina.

Padres de familia pueden bendecir los ramos en sus hogares: arzobispo

Después de oficiar la misa de Domingo de Ramos, el arzobispo de San Luis Potosí Jesús Carlos Cabrero habló ante los medios de comunicación para extender su mensaje en este día que da inicio a la Semana Santa.

El sacerdote sigue lamentando el paro de actividades en todos los sectores de la sociedad a causa de la pandemia del Covid-19, ya que ha diezmado la productividad económica del país y del mundo. Sin embargo, asimismo, aseguró que en unión podemos vencer esta batalla en contra del virus y de los contagios.

El máximo jerarca de la Iglesia en San Luis Potosí explicó que el Domingo de Ramos conmemora la entrada triunfal que Jesús tuvo en Jerusalén y que, eventualmente, dará paso a los creyentes a vivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

iglesia

Jesús Carlos Cabrero comentó que, por la contingencia sanitaria y las indicaciones de las autoridades de Salud, en esta ocasión no se pudo recibir a los feligreses para que les fuera bendecido sus ramos de palma o su manzanilla, pero que, por ser un sacramental y no un sacramento, la bendición la pueden hacer los mismos padres de familia desde sus hogares, para después colocar el ramo en las puertas de las casas como anuncio del triunfo de Jesucristo.

Así mismo, el padre mencionó que los obispos de toda América Latina se consagrarán en oración para pedir la intercesión de la Santísima Virgen María y que alivie a los enfermos que están sufriendo de esta enfermedad, así como a los que están siendo afectados por la falta de trabajo y la baja en la economía nacional.

Finalmente, el arzobispo Jesús Carlos Cabrero mostró su preocupación por la violencia que se presenta dentro de las familias que se mantienen en casa en esta cuarentena, pidió a las autoridades a que estuvieran alertas ante esta situación para que atiendan las quejas y denuncias que, en su mayoría, las mujeres hacen ante el maltrato físico, emocional y psicológico que reciben de su pareja.

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