
La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta urgente por el incremento del uso de carfentanilo en Estados Unidos, un opioide sintético considerado hasta 100 veces más potente que el fentanilo y 10 mil veces más fuerte que la morfina.
Este potente químico, de apariencia similar al fentanilo o a la cocaína en forma de polvo blanco, es altamente letal incluso en cantidades microscópicas. La DEA advirtió que el carfentanilo ha sido vinculado con un alarmante aumento en las muertes por sobredosis. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las muertes relacionadas con esta sustancia pasaron de 29 en el primer semestre de 2023 a 238 en el mismo periodo de 2024.
Originalmente desarrollado para tranquilizar animales de gran tamaño como elefantes, el carfentanilo no está aprobado para uso humano. Sin embargo, ha comenzado a circular mezclado con otras drogas ilícitas o en pastillas falsificadas que imitan analgésicos recetados, lo que eleva significativamente el riesgo de consumo accidental y sobredosis.
La DEA identificó tres riesgos principales asociados a esta tendencia:
* Mayor riesgo de sobredosis incluso con una sola dosis.
* Apariencia engañosa, ya que puede parecer un medicamento común.
* Expansión de su presencia en nuevas formas y regiones del país.
Los efectos del carfentanilo pueden aparecer en cuestión de minutos e incluyen paro respiratorio, desorientación, somnolencia, pupilas contraídas y piel fría y húmeda. La rapidez de su acción deja escaso margen para intervenir.
Aunque la naloxona es el principal antídoto utilizado en sobredosis por opioides, su efectividad frente al carfentanilo es limitada, y podrían requerirse múltiples dosis para contrarrestar sus efectos.