Astrónomos rusos reportaron la aparición de una figura con forma de “ave de fuego” cerca del Sol, captada mediante los telescopios LASCO.
El fenómeno, observado a unos 2 millones de kilómetros por encima del astro, mostraba una extensión de más de 150,000 kilómetros en una de sus “alas”, superando por mucho el tamaño de la Tierra.
Aunque algunos entusiastas lo han vinculado con la posibilidad de una nave de origen desconocido, los científicos lo describen como un fenómeno astronómico inusual, aún sin explicación definitiva.
La posibilidad de que sea un OVNI parece imposible, ya que, sería fisicamente raro que un objeto resista las temperaturas de una estrella como el Sol, aunque su extensión y aspecto podrían indicar otra cosa.
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