En un hecho histórico, el Allegiant Stadium de Las Vegas se llenó por completo y fue adaptado por primera vez para recibir un ring de boxeo donde Saúl «Canelo» Álvarez perdió todos sus títulos como rey del peso supermediano frente al estadounidense Terence Crawford. El ambiente vibró con la presencia del púgil tapatío, quien fue recibido con mariachi y los gritos de 70,000 seguidores; sin embargo, la energía del público no fue suficiente para asegurar la victoria de Canelo.
Terence Crawford, que subió entre 8 y 10 kilos para poder pelear en la categoría de Álvarez, demostró su confianza y dominio durante la pelea, logrando conectar numerosos golpes efectivos. En un momento clave, al inicio del noveno round, Canelo fue amonestado por cabecear a Crawford mientras resistía la intensa ofensiva del estadounidense. A pesar de algunos destellos de Aguerridismo en el décimo primer round, el cansancio venció al mexicano, que no pudo terminar el episodio final.
Canelo puso en juego sus cuatro cinturon de peso supermediano (72.1 kg), mientras Crawford ostentaba los títulos de superligero (61 kg) y welter (67 kg), convirtiendo este encuentro en una batalla entre campeones de diferentes categorías. La derrota significa la tercera en la carrera de Álvarez, acumulando ahora un récord de 63 victorias, 3 derrotas y 2 empates, mientras Crawford mantiene su invicto en 42 peleas, con 31 nocauts.
Tras el combate, Canelo aseguró que una derrota no lo define y expresó su disposición para un posible revancha con Crawford, resaltando que ha tomado todos los riesgos que deseaba en su carrera. Este combate fue uno de los más desafiantes para el mexicano, quien además ganó un monto garantizado de 100 millones de d
