Miles de manifestantes irrumpieron este domingo en el recorrido final de la Vuelta ciclista a España en Madrid para exigir la retirada del equipo Israel Premier Tech y denunciar lo que calificaron de “genocidio” contra el pueblo palestino.
La multitud rompió el cerco policial en varios puntos del Paseo de la Castellana, ondeó banderas palestinas y coreó consignas como “¡Palestina, libre!”. Ante la invasión del circuito y el riesgo para la seguridad, la organización decidió cancelar los últimos 50 kilómetros de la etapa, así como la ceremonia de premiación prevista en la plaza de Cibeles.
Las protestas, apoyadas por partidos de izquierda y plataformas propalestinas, se habían intensificado durante varias etapas de la competencia, especialmente en el País Vasco. El gobierno español también había solicitado la exclusión del equipo israelí, cuyo director deportivo, el español Carlos Guerrero, abandonó días antes tras recibir amenazas.
La cancelación impidió coronar en Madrid al danés Jonas Vingegaard como campeón, en un hecho inédito en la historia de la Vuelta y del ciclismo europeo reciente.
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