
Ciudad Valles, S.L.P.- Productores de la zona de riego Pujal Coy denunciaron la falta de apoyos gubernamentales para fortalecer sus procesos de siembra, lo que mantiene en crisis a cientos de familias campesinas de la Huasteca. Ladislao Ibarra Balderas, dirigente del Movimiento Campesino de las Huastecas (MOCAM), advirtió que los más afectados son los pequeños ejidatarios que apenas logran sostener cultivos de frijol, maíz, sorgo y soya.
El costo de sembrar una hectárea supera los 22 mil pesos, mientras que la producción promedio apenas alcanza cinco toneladas. “Podríamos producir más la tierra, sacar hasta seis toneladas, pero es muy costoso y no tenemos fideicomisos; no nos alcanza, no tenemos forma de sembrar la tierra. Muchos de nosotros tenemos que mandar a nuestros hijos a Estados Unidos para que nos manden un poco de dinero y poder barbechar y preparar la tierra”, expresó.
El dirigente lamentó que, pese a que en la región son entre mil 500 y dos mil productores, la mayoría de maíz, no existan precios de garantía para el sorgo y la soya. “Aunque queramos sembrarlo, no hay nada de subsidio. Pedimos que el gobierno vea la situación de nosotros y nos atiendan”, recalcó.
Los campesinos reprocharon la excesiva burocracia que les impide acceder a apoyos oficiales, pese a haber gestionado durante al menos cuatro sexenios con CONAGUA, Agricultura y Hacienda. “Nos piden hasta el acta de nacimiento de nuestros abuelos, son trámites burocráticos excesivos. En FIRA hasta la huella del pie nos quieren pedir, la joden en serio. No es posible que los agiotistas nos presten más rápido, aunque nos acaben”, sentenció.
Ante la falta de respuestas, los productores advirtieron que llevarán su protesta a la capital del país. “Lo que va a pasar es que nos vamos a ir a Palacio Nacional, al cabo no estamos en la luna, estamos en México. Aunque sea caminando, vamos a llegar. Dicen que primero los pobres y aquí estamos nosotros, olvidados. Nos hace falta nuestro general Emiliano Zapata”, sostuvo Ibarra Balderas.
El dirigente concluyó que ya no se trata de sobrevivir, sino de exigir justicia para el campo: “No podemos sentarnos en la casa y heredarle a nuestros hijos la desgracia de ser campesinos. Antes de que acabe el año, vamos a ir caminando a Palacio Nacional para decirle la verdad de lo que vivimos en el campo mexicano”.
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