
Ciudad Valles, S.L.P.- La caída de más del 35% en el precio del azúcar ha encendido las alarmas entre los productores cañeros de la región, quienes advierten que, de continuar la tendencia, podrían enfrentar una de las peores crisis económicas en décadas. En el escenario más grave, incluso tendrían que devolver parte de sus ingresos a los industriales, una situación casi inédita en el país.
El pasado 2 de agosto, representantes cañeros de toda la Huasteca sostuvieron un encuentro urgente para plantear soluciones a lo que califican como una crisis provocada por errores de planeación y una apertura indiscriminada a las importaciones de azúcar, que han saturado el mercado y desplomado el precio nacional.
En una carta dirigida a Carlos Seoane Castro, presidente de la CNIAA; Javier Sánchez Chávez, presidente de la UNPCA A.C.; y Carlos Blackaller Ayala, presidente de la UNC A.C., los productores señalan que el Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (CONADESUCA) subestimó la producción real del ciclo 2023-2024. Este cálculo erróneo permitió que se autorizaran importaciones de azúcar en un momento en que los precios internacionales y el tipo de cambio favorecían amplias utilidades para los comercializadores, pero no para los productores.
Los cañeros reprochan que, de haberse renunciado a tiempo a parte de la cuota de exportación a Estados Unidos, se habría evitado el ingreso masivo de azúcar extranjero y, con ello, el desplome de precios que hoy amenaza su subsistencia.
La situación actual, señalan, ha beneficiado a industriales e importadores, que han adquirido azúcar en el extranjero a precios de hasta $700 MXN por bulto y lo han vendido en México hasta en $1,200 MXN, mientras que el campo absorbe las pérdidas.
Ante este escenario, proponen un plan de acción que incluye:
- Incentivar el consumo de azúcar de caña frente al jarabe de maíz de alta fructosa mediante campañas conjuntas de la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Salud, incluso con una posible reducción del IEPS para abaratar su precio al consumidor.
- Reducir los inventarios excedentes, obligando a los industriales a cumplir con las cuotas de exportación establecidas y sancionando el incumplimiento.
- Combatir el contrabando de azúcar que ingresa por la frontera sur.
- Aumentar el arancel de importación, actualmente en 360 dólares, para frenar el ingreso de azúcar barata que inunda el mercado.
- Exigir estándares de calidad al azúcar importado, equiparables a los que demanda Estados Unidos.
- Campañas de mercadotecnia para destacar los beneficios del azúcar de caña y su importancia para la economía rural.
- Mesas de trabajo permanentes para revisar y ajustar las estimaciones de producción de CONADESUCA y evitar nuevos errores.
- Vigilar las importaciones de azúcar y jarabe de maíz para impedir prácticas de dumping.
- Ordenar las exportaciones por grupo azucarero, aprovechando al máximo los cupos del mercado internacional.
- Tomar como referencia el modelo estadounidense, donde industriales, obreros y productores trabajan coordinados en defensa de su mercado.
- Aprovechar la política azucarera de EE.UU., que busca sustituir el jarabe de maíz por azúcar en la industria refresquera, posicionando el azúcar de caña mexicana como una opción competitiva.
Advierten que el tiempo apremia: “Si no se actúa de inmediato, la agroindustria azucarera nacional se debilitará al punto de dejar sin sustento a miles de familias en la Huasteca y en todo el país”, señaló el Comité de la Huasteca en Prodefensa del Precio de la Caña de Azúcar.
Seguiremos informando.