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Café de olla, tradición y sabor mexicano en una taza

Es un símbolo de identidad y tradición que se ha extendido desde el sur del país a toda la República

El café de olla es una bebida tradicional mexicana que ha acompañado a las familias desde tiempos coloniales y cuyo nombre proviene del recipiente donde se prepara, una olla de barro que le da un sabor único y característico.

Originalmente, el café de olla surgió como una forma de aprovechar los ingredientes locales, mezclando café molido con canela, piloncillo y a veces clavo de olor, creando así una infusión cálida y aromática que se ha mantenido vigente hasta hoy.

El origen del café de olla está profundamente ligado a la cultura rural mexicana, especialmente en regiones como Oaxaca, Puebla y Michoacán. Estas comunidades usan ingredientes naturales y métodos ancestrales, lo que hace que esta bebida no solo sea un deleite para el paladar, sino también un símbolo de identidad y tradición.

Para prepararlo, primero se hierve agua en una olla de barro y se añaden los ingredientes básicos: café molido, canela y piloncillo. Se deja cocer a fuego medio hasta que el piloncillo se derrita y el café infusione bien.  Luego se cuela para eliminar los sólidos y se sirve caliente.

Algunas variantes incluyen añadir clavo o anís para intensificar el sabor. Servido en jarritos de barro, el café de olla conserva tanto su temperatura como su esencia auténtica, ofreciendo una experiencia tradicional y reconfortante.

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