
En abril, las remesas hacia México cayeron 12% anual, al sumar 4,761 millones de dólares, su mayor retroceso desde septiembre de 2012, informó el Banco de México. La cifra contrasta con los 5,418 millones registrados en el mismo mes de 2024.
El descenso ocurre en un contexto de incertidumbre económica y debilitamiento del mercado laboral en Estados Unidos, país del que proviene el 97% de los envíos. Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, atribuyó la caída al temor de los migrantes a ser deportados, lo que reduce su participación en el empleo.
De enero a abril, el flujo acumulado de remesas fue de 19,014 millones de dólares, 2.5% menos que en el mismo periodo del año anterior. También disminuyó el monto promedio por envío: en abril fue de 385 dólares, 18 menos que un año antes.
Estos datos aún no reflejan posibles efectos del nuevo impuesto del 3.5% a las remesas aprobado por la Cámara de Representantes de EE.UU. el pasado 22 de mayo, impulsado por legisladores republicanos como parte de una ley presupuestaria.
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