
¿Es bueno dormir con la televisión encendida? Esta es una pregunta común entre muchas personas que encuentran en el murmullo y las luces del televisor una ayuda para conciliar el sueño. Sin embargo, diversos estudios científicos advierten que esta práctica puede afectar negativamente la calidad del descanso. La luz azul que emite la pantalla engaña al cerebro, haciéndole creer que aún es de día, lo que inhibe la producción de melatonina, la hormona esencial para regular el ciclo de sueño y vigilia.
Además de la luz, los sonidos provenientes del televisor, como diálogos, música o cambios de volumen, mantienen la actividad cerebral en estado de alerta, lo que dificulta alcanzar las fases profundas del sueño donde el cuerpo se recupera y fortalece el sistema inmunológico. Por lo tanto, aunque la televisión encendida pueda parecer reconfortante, provoca un sueño fragmentado y menos reparador, incrementando el cansancio y el estrés al despertar.
Dormir con la televisión encendida también puede tener efectos negativos a largo plazo, como un aumento en el riesgo de hipertensión, enfermedades coronarias y problemas metabólicos. Estudios señalan que este hábito altera el ritmo circadiano, el reloj biológico que regula las funciones físicas y psicológicas del cuerpo durante el día y la noche, lo que puede derivar en trastornos del sueño e incluso afectar el sistema cardiovascular.
Por estas razones, los expertos recomiendan apagar la televisión al menos una hora antes de dormir y crear una rutina de descanso en un entorno oscuro y silencioso. Actividades como leer un libro o meditar contribuyen a relajar la mente y preparar el cuerpo para un sueño profundo y reparador, clave para mantener una buena salud física y mental.