La alimentación balanceada es esencial para mantener una buena salud a lo largo de la vida. Incluir alimentos variados y en las porciones adecuadas permite prevenir la obesidad, la diabetes y otros padecimientos que afectan a millones de personas en el mundo.
Nutricionistas recomiendan basar la dieta en cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables, sin olvidar la presencia constante de frutas y verduras frescas. Estos productos aportan vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico.
El consumo excesivo de ultraprocesados, refrescos y azúcares añadidos sigue siendo uno de los principales problemas en la población infantil y juvenil. La ingesta frecuente de estos productos impacta en el crecimiento y aumenta el riesgo de enfermedades a temprana edad.
Adoptar una dieta equilibrada no solo beneficia al organismo en el presente, también genera hábitos saludables que perduran toda la vida. Una buena alimentación, acompañada de actividad física regular, es la fórmula ideal para alcanzar un estado de bienestar integral.
