
El baile no solo es una expresión artística o una forma de celebración, sino también una poderosa herramienta terapéutica para mejorar la salud integral de las personas, afirmó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con la maestra Angélica Larios Delgado, académica de la Facultad de Psicología, bailar tiene múltiples beneficios físicos, emocionales y sociales. En el plano físico, el baile activa el cuerpo, mejora la condición cardiovascular y contribuye a prevenir enfermedades derivadas del sedentarismo. “Nuestro organismo está biológicamente diseñado para moverse, y el baile cumple con esta función de manera natural y placentera”, explicó la especialista.
En el aspecto emocional, la combinación de movimiento, música y conexión social favorece la liberación de neurotransmisores como la dopamina, las endorfinas y la serotonina, responsables de generar bienestar y equilibrio. Larios Delgado destacó que la música también impacta profundamente en el estado de ánimo, ya que puede activar áreas cerebrales relacionadas con la memoria y las emociones, evocando recuerdos positivos y reforzando la identidad personal.
Además, el baile promueve la integración social, especialmente entre adultos mayores. “Bailar en pareja o en grupo fortalece la empatía, la cooperación y los lazos afectivos. Es una forma de convivir, compartir y mantenerse activos emocional y socialmente”, indicó la académica.
La UNAM respaldó estos beneficios citando estudios realizados por universidades como Radboud, Roehampton, Surrey y el Sur de Dinamarca, que coinciden en que moverse al ritmo de la música contribuye significativamente a reducir el estrés. Esta actividad, al combinar bienestar físico, buena disposición emocional e interacción social, mejora la capacidad de las personas para afrontar tensiones cotidianas.