En la carretera México–Laredo, particularmente en el tramo que conecta la delegación de El Pujal con el Hospital General de Ciudad Valles, continúan los reportes de ataques contra automovilistas, transportistas y vehículos turísticos, quienes aseguran haber encontrado ponchallantas y sufrido agresiones desde lo alto de los puentes.
Grupos de guías y turistas señalaron que en los últimos días varios convoyes fueron sorprendidos por artefactos abandonados sobre el asfalto. Uno de los incidentes más recientes ocurrió entre las 7 y 8 de la noche, cuando alrededor de diez vehículos se toparon con ponchallantas a la entrada de Valles, a la altura del Hospital General.
Además del riesgo por los artefactos metálicos, denunciaron que desde los puentes ubicados en los ejidos La Calera y Ojo de Agua se han arrojado piedras contra los vehículos en movimiento, provocando daños materiales. Uno de los casos más graves fue el de un autobús de pasajeros proveniente de Tamazunchale, al que impactaron en el lado del conductor, provocando que los vidrios estallaran y cayeran sobre el operador, quien logró mantener el control y avanzar hasta la Central de Autobuses de Ciudad Valles, donde fue auxiliado por elementos de la Guardia Civil Estatal y la Policía Municipal.
Este tipo de incidentes no es aislado en la región. Los ponchallantas también han sido detectados en otros tramos, como la Valles–Tamuín —especialmente entre San Felipe y El Abra—, en la Valles–Rioverde cerca del ejido La Pitahaya, y en la Valles–Tamazunchale, desde La Calera hasta el Hospital Regional. Lo que preocupa ahora es que estos hechos están alcanzando a unidades de transporte turístico, afectando directamente a visitantes que recorren la Huasteca.
Transportistas y guías piden a las autoridades reforzar la vigilancia, ya que los ataques no solo causan daños costosos, sino que representan un riesgo real para quienes transitan por esta vía estratégica de la región.
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