Contrario a lo que pudiera pensarse como resultado de la cultura machista que ha imperado en la sociedad durante décadas, en el sentido de que las mujeres evitan o son incapaces para realizar trabajos pesados, la mujer potosina aparece y pone el ejemplo de la enorme disposición, capacidad y voluntad que tiene para afrontar cualquier reto, dejando de lado prejuicios y estereotipos.
Compartimos a continuación el relato de uno de nuestros lectores.
El día de ayer le fui a instalar un portón automático a un amigo doctor para su nuevo consultorio.
Mientras «lonchaba» con mi ayudante, llegaron estas dos señoritas con su camioneta a recoger escombro.
Me quedé estupefacto, impresionado con la dignidad que trabajaron, después del video, platiqué con ellas pues les daba pena cualquier entrevista.
Les preguntaba que si van a parar el 9 de marzo, sólo se rieron tímidamente. No sabían de qué se trata. Sin dejar de subir el escombro una de ellas comento: No nos gusta la política.
Son estudiantes. Me comentan que su señor padre está un poco enfermo y que su mamá las enseñó a trabajar desde muy niñas, también hacen demoliciones de casas, se les ve una fuerza y una decisión unica.
Nada de depender de los hombres, nada de vivir del sexo, nada de lastimas, nada de relaciones destructivas. Nada de usar a la pareja para ser mantenidas y después denunciarlo si hay una ruptura económica con el pretexto de «Ser mujer».
Pura dignidad, trabajo e independencia.
Eso hace a un ser humano, hombre o mujer.
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