El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, responsabilizó a las personas migrantes del deterioro del bienestar, la seguridad y el futuro del país, durante un mensaje a la nación emitido la noche del martes desde la Casa Blanca.
En su discurso, el mandatario reiteró una narrativa de intimidación al acusar a su antecesor, Joe Biden, de haber gobernado en favor de inmigrantes indocumentados, a quienes volvió a vincular, sin presentar pruebas, con el crimen organizado, la violencia y la presión sobre los servicios públicos.
Trump sostuvo que administraciones anteriores «inundaron» ciudades y comunidades con migrantes, lo que, afirmó, afectó los ahorros de las familias trabajadoras y la seguridad pública. Aseguró que su gobierno heredó «la peor frontera del planeta» y que en pocos meses la convirtió en «la más fuerte de la historia», al tiempo que afirmó que en siete meses no ha cruzado ni un solo migrante por la frontera sur, sin ofrecer evidencias.
El presidente señaló que su política migratoria permitió deportar a criminales y devolver la seguridad a las ciudades más peligrosas, y aseguró que ya se observa una «migración inversa», con personas extranjeras regresando a sus países de origen como resultado de las medidas adoptadas por su administración.
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