
Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que en México no hay lugar para la discriminación, el racismo ni el clasismo, al referirse a la protesta contra la gentrificación realizada el viernes pasado en la capital, donde se registraron expresiones xenofóbicas.
«Tenemos que condenarlas, no podemos tratar a nadie como menos», señaló la mandataria, quien recordó la tradición mexicana de recibir a personas extranjeras en contextos de persecución y violencia, como los exiliados republicanos españoles o ciudadanos del Cono Sur.
Reconoció que la gentrificación es un problema real que provoca el desplazamiento de habitantes, como ocurre en colonias como la Condesa, debido al alza en los precios de vivienda y servicios impulsada por la llegada de extranjeros y el uso de plataformas digitales de renta.
Indicó que la jefa de Gobierno, Clara Brugada, trabaja en mecanismos para enfrentar esta situación, y mencionó que ya se había iniciado una regulación en administraciones anteriores que debe revisarse. Sugirió considerar ejemplos internacionales, como el de Barcelona.
Sheinbaum también condenó la agresión de una mujer argentina a un policía capitalino, a la que calificó como “expresión de clasismo aberrante” que no puede tolerarse en el país.
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