Con un mensaje centrado en la paz, la esperanza y la cercanía de Dios con la humanidad, el arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, dirigió su tradicional saludo navideño a los fieles de la arquidiócesis, en el que invitó a vivir la Navidad como un tiempo de reconciliación, consuelo y renovación espiritual.
En su reflexión, el arzobispo destacó el sentido profundo del nacimiento de Cristo como signo de que Dios acompaña a la humanidad en medio de las dificultades, y llamó a los creyentes a asumir un camino marcado por la caridad, el perdón, la paz y el respeto a la dignidad de toda vida humana. Señaló que la Navidad representa una oportunidad para reconocer el valor de la existencia y para caminar conforme a los valores del Evangelio.
Cavazos Arizpe exhortó a las familias potosinas a que las celebraciones, reuniones y tradiciones propias de estas fechas ayuden a fortalecer la fe y a descubrir la presencia permanente de Dios en la vida cotidiana. Asimismo, recordó que la Navidad también convoca a los fieles a vivir como peregrinos de esperanza, llamados a construir una sociedad más solidaria y fraterna.
El arzobispo también anunció que el próximo 26 de diciembre se llevará a cabo la clausura del Santo Año Jubilar en la arquidiócesis, como parte de las actividades religiosas que enmarcan este tiempo litúrgico.
De cara al año 2026, el jerarca de la Iglesia Potosina subrayó la importancia del centenario de la etapa cristera en México, al reconocer el testimonio de los mártires que defendieron su fe, e invitó a que su ejemplo fortalezca el compromiso cristiano de las nuevas generaciones. Finalmente, reiteró el llamado de la Iglesia a ser constructores de paz en un contexto marcado por desafíos sociales y espirituales.
El mensaje concluyó con una bendición para las familias potosinas y con el deseo de que la Navidad y el próximo año estén llenos de esperanza, fe y bendiciones.
A TODO EL PUEBLO DE DIOS QUE PEREGRINA JUBILOSO EN LA ARQUIDIÓCESIS DE SAN LUIS POTOSÍ
“Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón» Lc 2, 6-7
Muy queridos hermanos todos en el Señor que esta alegría, esta paz y esta fuerza de celebrar que Dios ha querido estar con nosotros, les acompañen en todo momento y circunstancia.
En la víspera de la Navidad, quiero asegurarles mi oración pues en ella pido al Señor que vivan una celebración del nacimiento de Cristo llena de paz, de armonía, de fuerza en el Señor, para que Él les dé consuelo ante las situaciones adversas y difíciles, pues con Dios lo tenemos todo. Por eso hoy que celebramos este tiempo tan hermoso de la Navidad es decir, el nacimiento de Cristo, experimentemos su presencia que nos acompaña, y aceptemos su invitación a tomar su camino de redención, que es camino de caridad, de paz, de saber perdonar, de saber descubrir nuestra grandeza y el valor de toda vida humana que hunde sus raíces en el valor de la vida de Él, que es infinito.
Agradezcamos al Señor y celebremos que nuestra vida es gracias a que Él ha venido a dar plenitud a nuestra existencia. Y el rescatarnos y guiarnos, es muestra de que no somos creados para este mundo, sino que debemos caminar según los criterios del Evangelio de Jesucristo, para que con ello cumplamos en nuestra vida la voluntad de Dios y así avancemos a la vida eterna.
Que las figuritas de nuestro Nacimiento, nuestra reuniones, nuestros abrazos y todo lo que experimentemos en la Navidad, nos haga descubrir que Dios está con nosotros y vino a quedarse con nosotros. Que cada momento de alegría nos ayude a descubrir como la humanidad de todas partes del mundo está llamada encontrarse con el Niño Jesús que es el Dios con nosotros que nos muestra claramente el rostro misericordioso del Padre y nos lleva como Peregrinos de Esperanza en el mundo. Por tanto, que este esta celebración navideña nos llevetambién a reunirnos el próximo 26 de diciembre, día en el que clausuraremos nuestro Santo Año Jubilar aquí en nuestra Arquidiócesis.
Deseo que esta Navidad sea fortaleza de Esperanza Cristiana para ti, para los tuyos y para todo el mundo. Para que en medio de tantas situaciones difíciles encontremos a Cristo caminando con nosotros.
Para este Nuevo Año 2026:
No olvidemos que este año 2026 está marcado por los 100 años de la Etapa Cristera de nuestra Iglesia que camina en tierras mexicanas. Agradezcamos a Dios el testimonio de tantos Mártires que murieron por ser fieles al Evangelio, y que su testimonio sea fuerza para que todos los fieles vivamos según la voluntad de Cristo y los valores del evangelio. Como Peregrinos de Esperanza tenemos la fuerza y la inspiración de Cristo, y aunque pueda haber días difíciles descubramos que siempre todo nos dejan una enseñanza.
Ya el Papa Francisco de feliz memoria, nos invitaba a ser artesanos de paz, y ahora el Papa León XIV reitera esto, invitándonos a que seamos aquellos que llevan esa paz construyendo el Reino de los Cielos.
Pido a Dios que este tiempo navideño sea siempre una nueva oportunidad de encontrarse con Cristo que ha venido a Salvarnos. Y que el próximo año 2026 este lleno de muchas bendiciones para cada uno de ustedes y para sus familias.
Les doy mi bendición: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Feliz Navidad y Bendecido Año 2026.
JORGE ALBERTO CAVAZOS ARIZPE
Arzobispo de San Luis Potosí
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