
La sonda InSight de la NASA detectó extrañas estructuras en el manto de Marte que podrían ser restos del embrión del planeta, según un estudio publicado en Science. Estos hallazgos podrían cambiar lo que se sabe sobre la formación de planetas rocosos como Marte, Venus y la Tierra.
Los datos revelan que, a diferencia de la representación habitual de un interior liso y estratificado, el manto marciano contiene grumos de hasta 4 km de ancho que conservan fragmentos antiguos. Estos restos serían producto de colisiones gigantescas durante los primeros millones de años del planeta, cuando impactos liberaron energía suficiente para fundir grandes zonas y formar océanos de magma.
A medida que el magma se enfrió, quedaron atrapados fragmentos de la corteza y del manto del embrión de Marte, mezclados con restos de los objetos impactantes. A diferencia de la Tierra, donde la tectónica de placas recicla continuamente el interior, la corteza marciana permaneció estancada, preservando estos vestigios como una cápsula del tiempo geológica.
Los investigadores analizaron ondas sísmicas de ocho martemotos registradas por InSight, incluyendo dos recientes causados por impactos de meteoritos, y detectaron interferencias que revelan la estructura rugosa del manto. Según los científicos, estos hallazgos también ayudan a comprender la historia interna de otros planetas rocosos.
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