
Ya son casi siete meses desde que la pandemia de coronavirus llegó a San Luis Potosí el pasado 13 de marzo, fecha en que se confirmó la existencia de la primera paciente contagiada de esta enfermedad tras un viaje por España. Desde entonces, el sistema potosino de Salud ha enfrentado toda clase de retos y ha implementado diversas estrategias para garantizar la atención oportuna a la ciudadanía, entre ellas, la creación de la Unidad Centinela, ubicada en las instalaciones de la Feria Nacional Potosina.
Su objetivo es vigilar y atender en primera instancia los casos sospechosos o para proporcionar, de ser necesario, los primeros servicios médicos a los pacientes confirmados, fue uno de los primeros retos que se enfrentaron tanto por lo económico como por el esfuerzo humano que se debía realizar.
Casi siete meses después, la Unidad Centinela de la Fenapo sigue brindando la atención necesaria a los pacientes. El personal que ahí labora, ha implementado toda clase de estrategias para garantizar la atención a los potosinos y, sobre todo, para cuidar su propia seguridad.
Además del riesgo latente de contagios, el personal que labora en estos espacios está expuesto a situaciones como el estrés, la depresión, descompensaciones y otras tantas complicaciones derivadas de las largas jornadas de trabajo a las que se someten. Algunos, incluso, han optado por no ver a su familia ante el riesgo de contagiarlos.
Portar el traje protector, el cubrebocas y todos los aditamentos no es sencillo; beber agua, ir al baño o hasta moverse resulta incómodo, el esfuerzo que demanda esta situación es por demás importante.
Tras casi siete meses de estar en la línea de batalla, los médicos, enfermeras, trabajadoras sociales y demás personal reitera el llamado para que la población permanezca en casa, evite exponerse y, sobre todo, para que coadyuven en la lucha contra el covid-19.
A continuación el recorrido exclusivo de Código San Luis por las instalaciones de la Unidad Centinela.