Aquismón, SLP.- En una histórica jornada de resistencia comunitaria, habitantes de la localidad de Tamapatz, en el municipio de Aquismón, frenaron los intentos de imposición promovidos por el delegado del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Mario Godoy, y lograron elegir de forma autónoma a su comité del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social para los Pueblos Indígenas (FAISPIAM), desmarcándose de las prácticas que han sido replicadas en otros puntos de la Huasteca potosina.
La planilla identificada con el color amarillo, encabezada por Zedillo Santiago, obtuvo un total de dos mil 159 votos, superando por 657 sufragios a la opción azul de Felipe Hernández, impulsada por operadores del INPI y representantes federales. Esta victoria se dio al cabo de una intensa jornada de votación que se extendió por más de 18 horas y en la que participaron habitantes de diversas comunidades, en un ambiente que contrastó con las asambleas controladas por el oficialismo en otros municipios.
La comunidad de Tamapatz decidió organizar un proceso electoral distinto al de la primera asamblea, que fue anulada por las irregularidades cometidas por funcionarios federales, quienes pretendían imponer un comité alineado a intereses partidistas. A diferencia de lo ocurrido en otras zonas, en Tamapatz se optó por una elección con voto libre y secreto, mediante urnas, sin mano alzada ni presiones externas.
Mario Godoy, delegado del INPI y hermano de la influyente consejera nacional de Claudia Sheinbaum, Ernestina Godoy, quedó exhibido tras este proceso. Las denuncias de comunidades indígenas apuntan a que su actuar busca controlar los comités que manejarán recursos federales, mediante la imposición de planillas afines, con la complicidad del delegado del Bienestar, Guillermo Morales.
La jornada en Tamapatz fue considerada por los propios habitantes como una defensa de su autonomía, en contraste con otras localidades donde las comunidades no lograron evitar la intervención de funcionarios. La rebelión indígena en Aquismón marca un precedente en la lucha por el respeto a la organización comunitaria y la libre determinación de los pueblos originarios frente a intentos de manipulación política.
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