Tras más de 24 horas de discusión ininterrumpida, la Cámara de Diputados aprobó en lo particular la creación de una nueva Ley General de Aguas y reformas a la Ley de Aguas Nacionales. El dictamen recibió 324 votos a favor de Morena y sus aliados, 118 en contra del PRI, PAN y MC, además de una legisladora del PT, y dos abstenciones. La minuta fue enviada al Senado para su análisis inmediato.
La sesión estuvo marcada por confrontaciones verbales, desorden y episodios de insultos entre legisladores, principalmente entre integrantes del PAN y del PT. A la par del debate, varios diputados mostraron signos de cansancio, cometieron errores en sus intervenciones y abandonaron el salón en distintos momentos.
Durante la madrugada se aprobaron 18 reservas impulsadas por la mayoría para atender demandas de grupos de productores inconformes con la reforma. Posteriormente, el debate se estancó con la repetición de argumentos entre bancadas.
Los coordinadores intentaron reducir el número de oradores, pero el PRI se opuso inicialmente. Parte de la oposición buscaba prolongar la discusión, mientras que Morena y aliados registraban reservas que luego retiraban para extender el uso de la tribuna. Hacia la mañana, el intercambio de descalificaciones continuó, incluyendo señalamientos sobre gestiones pasadas y agravios entre diputados.
Al mediodía, y ante el desgaste generalizado, los grupos parlamentarios alcanzaron un acuerdo para disminuir el número de intervenciones de 80 a 16, lo que permitió agilizar el cierre. El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, subrayó que, pese a las tensiones, el acuerdo evitó que la sesión se prolongara durante toda la tarde y noche.
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