La alcaldesa de Tancanhuitz, Olga Karina Luna, reaccionó con evidente molestia ante los cuestionamientos sobre las observaciones emitidas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), las condiciones de las celdas preventivas, el presunto enriquecimiento de su familia y el conflicto con su propio Cabildo.
Durante la entrevista, la edil insistió una y otra vez en que “las recomendaciones son de la administración pasada”, asegurando que los señalamientos de Derechos Humanos por la agresión de un funcionario a una trabajadora en diciembre de 2024 no corresponden a su gobierno. Añadió que el responsable ya no forma parte de su administración y que “se acatarán los señalamientos de la CEDH” sin detallar acciones concretas.
Sobre el estado deficiente de las celdas preventivas, Luna afirmó que el gobierno anterior realizó adecuaciones, pero dijo no recordar cuánto se invirtió. Incluso cuando se le señaló que, como regidora en ese periodo, debió tener acceso a la información mediante la entrega–recepción, la alcaldesa insistió en que “no había antecedentes de lo invertido”.
Para evadir los cuestionamientos, anunció que su administración construirá un nuevo edificio de Seguridad Pública Municipal, aunque no precisó monto, fecha de inicio ni proyecto; únicamente señaló que existe un terreno en el acceso al municipio.
Respecto al evidente rompimiento con su Cabildo —cuyos integrantes abandonaron su informe y se negaron a firmar la Cuenta Pública—, Karina Luna negó cualquier conflicto y aseguró que “ella no está sola”, que sigue trabajando y que incluso mantiene coordinación con el DIF, pese a que las diferencias ya han trascendido a distintos niveles.
También se le cuestionó por las acusaciones ciudadanas que la señalan como “la nueva rica del pueblo”, especialmente por la adquisición de una camioneta nueva. Luna defendió la compra diciendo que el Ayuntamiento “no tenía vehículos” y que necesitaba una unidad oficial para trabajar. Afirmó que la está pagando con su salario, que asciende a 35 mil pesos, y que ese sueldo fue establecido por el fallecido exalcalde Jesús Franco.
La entrevista concluyó abruptamente cuando, visiblemente incómoda, la alcaldesa decidió dar la media vuelta y retirarse, señalando que “está acostumbrada a las calumnias”.
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