
Apadrinada por el dirigente nacional del PAN, Jorge Romero; Michel González, secretaria general; el senador Ricardo Anaya, y Santiago Taboada (secretario de Acción Política), Verónica Rodríguez rindió protesta como dirigente reelecta del Partido Acción Nacional en San Luis Potosí, en un momento en que tiene la más raquítica presencia en su historia.
Con la traición grabada en la frente, Vero se sienta, más por fuerza que por trabajo y simpatía, en la presidencia del Comité Estatal que, a gritos, denuncia desde el edificio que lo alberga el abandono a través de un hediondo olor a manejos sucios y una fachada que se cae a pedazos.
El reto, dijeron los mandamases del PAN, es el 2027, pero para pensar en el futuro primero se tiene que hacer un corte de caja, lo que incluye ver los resultados de, por lo menos, las últimas tres elecciones, dos de las cuales estuvieron en manos de Rodríguez Hernández, cuyas cuentas son magras. Su escaño en el Senado sería el resultado de los conflictos entre Morena y el Partido Verde.
Vero se ha ganado cierto beneplácito de su dirigencia nacional por su capacidad discursiva: sube a tribuna en el Senado y se desgañita en contra de la Cuatroté y de Morena, pero acá, en San Luis Potosí, persigue a sus adversarios con más coraje que la presidenta Sheinbaum a sus críticos.
La dirigente del PAN se mantiene en un partido que está en riesgo de perder su registro por baja votación. Tiene solo tres presidentes municipales y cuatro diputados locales que pasan sin pena ni gloria en el Congreso del Estado. Rubén Guajardo se volvió aficionado a mostrar piel en sus redes sociales; Aranza Puente decidió reducir al mínimo su perfil; Mireya Vancini aparece milagrosamente, solo cuando Dios quiere, y no trabaja en proyecto legislativo alguno; mientras que Marcelino Rivera nada de muertito: no le interesa ser legislador, cobra su dieta y se dedica a otras cosas.
Enrique Galindo Ceballos, presidente municipal de la capital, es una carta fuerte del panismo, pero Rodríguez sabe que tiene una gran ventana de oportunidad, por su condición de mujer, para buscar la candidatura a la presidencia municipal de la capital o la gubernatura.
Las dos reelecciones para la dirigencia del Comité Estatal se las financió Enrique Galindo, lo que, en lenguaje de bien nacidos, reclamaría lealtad al proyecto que, todos sabemos, tiene el alcalde capitalino para el 2027.
El que traiciona una vez traiciona siempre. Vero cargará en política con ese estigma y será difícil que obtenga la confianza plena de quienes busquen posiciones para las próximas elecciones.
Como tal, el PAN está en modo supervivencia. Entrará ahora a la renovación de estructuras municipales, pero va muy rezagado con respecto al Partido Verde y Morena. Con Enrique Galindo como principal apoyo, buscará mantener el registro, retener la presidencia municipal capitalina y hacer competitivo un proyecto para la gubernatura.
Lo que hoy vive el PAN en San Luis Potosí son polvos de aquellos lodos que tuvieron gloria en el gobierno de Marcelo de los Santos, el único gobernador que han tenido, porque en Acción Nacional no necesitan enemigos: ellos son sus propios destructores.
El 2027 trae un reto difícil para la oposición potosina. Veremos si son capaces de superar sus propios demonios.
Jorge Romero prometió una mesa política que pondrá reglas claras y que tomará en cuenta a todos los liderazgos. Ya veremos, ya veremos.
P.D.1.- El diputado federal Juan Carlos Valladares anda más que puesto y dispuesto a buscar la presidencia municipal de la capital. Oficialmente lo destapó el jefe máximo del Partido Verde en SLP, Ricardo Gallardo. Valladares sabe que es un reto ganar la capital potosina, pero ya demostró que no le teme al trabajo y mucho menos al contacto con la gente que vota. Vamos a ver qué fichas saca la oposición.
P.D.2.- El que se la pasa a todo dar en cuanto espectáculo se presenta en la Arena Potosí es el presidente municipal de Catorce, Javier Sandoval. El “viejito verde” ocupa siempre las primeras filas de luchas, conciertos y lo que se le ocurra. Tal vez no se ha enterado de que el hermoso pueblo mágico de Real de Catorce sufre por falta de agua, recolección de basura y la caída en la visita de turistas.
P.D.3.- Los que andan pasados de caros son los Uber y los Didi. En estos días de lluvia, un viaje de mediana distancia lo andan cobrando hasta en 400 pesos. Diría mi abuelita: creen que uno está sellando dinero.
P.D.4.- Comienza una nueva temporada en el fútbol profesional. A ver si ahora sí hace algo el equipo local. Tsssss!!!
Hasta la próxima.