
Una alimentación saludable y balanceada permite a los adultos mayores retrasar algunos cambios producto del envejecimiento, así como prevenir o lograr una mejor evolución en algunas enfermedades, y más si va acompañada de asesoría nutricional, pues es fundamental adaptarla con base en su peso, talla y estado de salud.
Y es que los alimentos más dañinos para este sector de la población son los procesados, embutidos, enlatados, comida rápida, botanas, dulces o galletas, bebidas azucaradas, entre otros esto porque contienen altas cantidades de grasas, azúcares y sales.
Por lo anterior, se recomienda que la ingesta en estas personas debe incluir alimentos como carnes magras, pescado, lácteos descremados y derivados, cereales integrales y una dieta alta en fibra, ya que tienden a presentar estreñimiento; también, se debe considerar que las preparaciones sean altas en Vitamina D, Zinc y Calcio.
Médicos del IMSS exhortan a la población adulta mayor y a sus cuidadores, a mantener una alimentación equilibrada y ejercitarse continuamente de acuerdo a sus posibilidades y se les invita a llevar un control médico preventivo a través del chequeo PrevenIMSS que funcionan en todas las Unidades de Medicina Familiar (UMF).