La música no solo conmueve a los seres humanos, sino que también tiene un impacto profundo en el sistema nervioso de los perros, ya que estudios recientes han demostrado que ciertos sonidos pueden reducir drásticamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en mascotas que sufren de ansiedad por separación o miedo a los ruidos fuertes.
Según una investigación realizada por la Universidad de Glasgow en colaboración con la organización SPCA de Escocia, los perros muestran cambios notables en su comportamiento dependiendo del ritmo y la frecuencia que escuchan, logrando estados de relajación profunda que facilitan su descanso.

Durante estas investigaciones, se observó que no todos los géneros musicales producen el mismo efecto. Mientras que el heavy metal tiende a aumentar la agitación y los ladridos, la música clásica ha demostrado ser una herramienta eficaz para calmar a los animales en refugios.
Curiosamente, los expertos escoceses descubrieron que el reggae y el soft rock son los géneros que generan los niveles más altos de tranquilidad en los canes, posiblemente debido a que sus ritmos constantes imitan la frecuencia del latido cardíaco de un perro en reposo.

Implementar la música como una terapia complementaria en el hogar es una estrategia cada vez más recomendada por veterinarios y etólogos. Al exponer a las mascotas a una lista de reproducción suave durante las horas que pasan solos, se crea un ambiente enriquecido que mitiga el aburrimiento y la soledad.