Para comprender el cambio de paradigma que supone la Inteligencia Artificial (IA), es necesario reconocer que esta tecnología marca un parteaguas para la sociedad, con un antes y un después que implica también una responsabilidad ética para los seres humanos. Así lo destacó la Dra. Lizy Navarro Zamora, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UASLP y autora del libro Comunicación e Inteligencia Artificial.
La especialista recordó que la IA no surgió recientemente tal como se conoce hoy, sino que su desarrollo data de varias décadas. Sin embargo, señaló que actualmente nos encontramos en contacto directo, particularmente en el ámbito comunicativo, con inteligencia artificial generativa, lo que abre nuevas posibilidades y desafíos.
Estas reflexiones forman parte del contenido del libro, donde la autora enfatiza que la responsabilidad sobre el uso de estas herramientas recae en cada persona.
“No se trata solamente de decir ‘agarro la primera inteligencia artificial que me sale en Instagram, Twitter o Facebook y la aplico’. Se trata de ser responsables incluso con nuestros propios datos personales, para decidir qué hacemos público y qué dejamos en privado”, subrayó.
La investigadora informó que el libro está disponible de manera gratuita para quien desee consultarlo, a través del sitio: https://comunicacion-cientifica.com/
Señaló que su intención es que el conocimiento se comparta y que, a través de la investigación que se realiza en la universidad, pueda difundirse entre estudiantes, en las aulas y también entre el público en general, de modo que este material sirva para reflexionar y nutrir la discusión.
En el ámbito de las ciencias de la comunicación, agregó, resulta indispensable abordar estos temas desde una perspectiva crítica, ya que las nuevas tecnologías son hoy parte integral de la vida cotidiana y de los procesos comunicativos. Por ello, es fundamental que los investigadores analicen y socialicen los fenómenos que implica la IA.
La Dra. Navarro Zamora añadió que uno de los retos fundamentales que plantea la inteligencia artificial es la necesidad de crear bases de datos propias, que integren el contexto cultural local y sociohistórico de cada región. Estas bases deben reflejar el conocimiento e información locales, un trabajo que —afirmó— México necesita desarrollar, incluyendo San Luis Potosí.
Explicó que gran parte de la IA con la que convivimos actualmente se basa en bases de datos extranjeras, construidas principalmente en idioma inglés. Por ello, destacó la importancia de que, desde la comunicación y otras disciplinas, se trabaje de manera conjunta para regionalizar estos sistemas y narrar nuestra propia tradición y cultura. Para ello, señaló, es necesario el trabajo interdisciplinario que caracteriza a la Universidad.
Finalmente, la especialista enfatizó que este esfuerzo debe realizarse de manera colaborativa, con precaución y reflexión sobre aspectos éticos y legislativos, pero siempre sin menoscabar la libertad de expresión, principio fundamental en cualquier proceso comunicativo.
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