El gobierno de Cataluña decretó estado de emergencia para contener un brote de peste porcina africana (PPA), detectado inicialmente en la zona montañosa de Collserola, donde se han encontrado 13 jabalíes muertos. La medida busca evitar la propagación del virus, altamente contagioso y sin cura para los cerdos, que amenaza a un sector clave para la economía española.
Las autoridades estiman pérdidas de hasta 24 millones de euros semanales debido a la caída de precios y al veto a las exportaciones de carne de cerdo por parte de países como México, Estados Unidos, China, Japón y Corea. El sector porcino representa cerca del nueve por ciento de la actividad agraria nacional y genera 25 mil millones de euros al año.
Para controlar la situación, se desplegó al ejército en la zona cero, seis kilómetros a la redonda de Collserola, donde ya se han rastreado 11 mil hectáreas mediante recorridos a pie, drones y perros. Hasta ahora no se han detectado contagios en granjas, aunque el gobierno catalán analiza ganado de 55 explotaciones dentro y fuera del perímetro de vigilancia.
Como medida preventiva, se programó el sacrificio escalonado de 30 mil cerdos considerados sanos, con el fin de frenar cualquier posible propagación del virus.
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