
Las inundaciones que afectan a varios países de Asia superaron este miércoles los mil 500 muertos, mientras equipos de emergencia en Sri Lanka y la isla indonesia de Sumatra intentan llegar a miles de damnificados que continúan aislados.
Las intensas lluvias fueron provocadas por una temporada monzónica excepcionalmente fuerte, agravada por dos ciclones tropicales atípicos que han impactado también al sur de Tailandia y al norte de Malasia. Expertos señalan que el cambio climático ha intensificado las precipitaciones debido a una atmósfera más cálida y húmeda.
En Indonesia, la desesperación crece entre sobrevivientes ante la lentitud de los rescates y la distribución de ayuda. Organismos humanitarios advierten que el desafío logístico es de una magnitud “casi sin precedentes”. En Sumatra, el saldo oficial se ajustó a 770 muertos y al menos 463 desaparecidos, aunque la cifra podría aumentar por la falta de información en zonas incomunicadas.
Los daños en infraestructura, los cortes eléctricos y la interrupción de comunicaciones dificultan el acceso a comunidades enteras. Organizaciones como Mercy Corps han señalado la urgencia de enviar artículos básicos, como agua potable y productos de higiene, ante reportes de desabasto cada vez más preocupantes.
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