El Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de San Luis Potosí enfrenta una reducción operativa que ha obligado al cierre alternado de estaciones, debido a la falta de presupuesto para sostener el servicio al cien por ciento. La corporación mantiene únicamente cuatro de sus ocho bases en funcionamiento por día, mientras que las restantes abren y cierran de manera rotativa para cubrir la demanda con el personal disponible.
El comandante Adolfo Benavente Duque explicó que esta medida surge tras la reestructuración interna aplicada el año pasado, cuando se modificaron las condiciones laborales del personal para ajustarlas a un esquema de 24 horas de servicio por 72 de descanso. Esta reorganización obligó a redistribuir turnos y reducir temporalmente la capacidad operativa.
Actualmente, el cuerpo de bomberos opera con 60 elementos y requiere al menos 16 más para alcanzar entre el 50 y 60 por ciento de funcionamiento estable. Sin embargo, el costo para recuperar el nivel óptimo de operación es considerable: para cubrir al cien por ciento las ocho estaciones, se necesitarían alrededor de 56 millones de pesos anuales.
Para 2026, la corporación estima un presupuesto de aproximadamente 38 millones de pesos, tomando en cuenta la contratación del personal adicional necesario. Hoy en día opera solo con 25 millones, por lo que el Patronato deberá gestionar cerca de 13 millones adicionales para evitar la continuidad del esquema de cierres alternados.
La falta de recursos mantiene a la institución en un punto crítico, mientras se intenta asegurar el personal mínimo indispensable para ofrecer una respuesta oportuna a emergencias en la zona metropolitana.
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