El ejercicio en invierno es una poderosa herramienta para mantener en buen estado tu salud física y mental contra la melancolía estacional. Aunque el clima frío y los días más cortos invitan a hibernar, abandonar la actividad física puede afectar negativamente la resistencia respiratoria y la competencia motora, disminuyendo la calidad de vida. Entrenar al aire libre o en casa en esta temporada tiene una doble ventaja para el bienestar, mejorando el metabolismo y el estado de ánimo.
El ejercicio regular en invierno trae beneficios medibles para la salud, como la reducción de la grasa corporal, aumento de la masa muscular, mejor rendimiento motor, fortalecimiento del sistema inmune y mantenimiento de los niveles de vitamina D esenciales para la salud ósea e inmunitaria. Además, al hacer ejercicio en invierno, tu cuerpo gasta más energía en calentarse, lo que aumenta la quema de calorías en comparación con otras estaciones.

En cuanto a la salud mental, el ejercicio ayuda a reducir el estrés al disminuir el cortisol, mejora el estado de ánimo generando químicos de la felicidad como dopamina, serotonina, oxitocina y endorfinas, y combate la melancolía invernal o trastorno afectivo estacional. También incrementa la autoestima y mejora la función cognitiva al optimizar la concentración y la atención. Para aprovechar estos beneficios sin enfermarse, se recomienda usar ropa adecuada en capas, mantener una buena hidratación con vitamina C, evitar temperaturas extremas y adaptar la intensidad del ejercicio a la condición física de cada persona.