En las primeras horas de este martes, el gobierno venezolano inició un despliegue militar y policial masivo en todo el territorio nacional, con el objetivo de “enfrentar las amenazas imperiales” y reforzar la defensa del país ante el incremento de operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe.
El ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino López, informó que la movilización comenzó a las cuatro de la madrugada e involucra a todas las unidades militares, la Milicia Nacional Bolivariana, los órganos de seguridad ciudadana y los comandos para la defensa integral. El operativo forma parte de la “fase superior del Plan Independencia 200”, activado el mes pasado como respuesta al despliegue de tropas estadounidenses en la región.
Según el comunicado oficial, el ejercicio —que se extenderá hasta el 12 de noviembre— incluye el uso de medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos, con el fin de garantizar el “apresto operacional” y optimizar la coordinación en las “formas de lucha armada y no armada”. También contempla la protección de servicios públicos esenciales, como energía, agua, combustibles, salud y alimentación.
Durante la mañana circularon imágenes de tropas y equipos militares movilizándose en distintas regiones del país.
El despliegue ocurre mientras el Comando Sur de Estados Unidos mantiene una operación militar con más de 10.000 efectivos, ocho buques de guerra, aviones caza y un submarino nuclear en el Caribe. Washington justifica la acción como parte de su lucha contra el narcotráfico, aunque Caracas y Bogotá la han denunciado como un acto de provocación y violación de derechos humanos.
El presidente estadounidense Donald Trump advirtió recientemente que las operaciones podrían trasladarse “a tierra firme”, lo que ha sido interpretado por el gobierno de Nicolás Maduro como una amenaza directa. “La Fuerza Armada y el pueblo venezolano están listos para defender su soberanía”, afirmó el ministro Padrino López.
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