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El planeta tierra tiene cáncer y puede morir en el año 2100: UASLP

Advierte especialista en Congreso de Ciencias Ambientales y Salud

El doctor Fernando Díaz Barriga Martínez, investigador y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), advirtió que los días del planeta Tierra están contados, pues “tiene cáncer y una fecha de caducidad marcada para el año 2100”. La afirmación fue hecha durante la conferencia “Derechos Humanos y los Derechos de la Naturaleza”, ofrecida en el marco del II Congreso de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Salud 2025, titulado “Ecosistemas Urbanos”.

De acuerdo con el especialista en biología molecular, tres modelos de medición internacionales sobre los límites ambientales del planeta coinciden en que la Tierra se encuentra gravemente enferma. “El calor será insoportable durante al menos dos meses al año en muchas regiones del mundo”, explicó, al señalar que la explotación irracional del agua, el petróleo y la tierra ha llevado a un deterioro irreversible impulsado por la ambición humana.

Díaz Barriga subrayó que todos los habitantes del planeta son responsables de esta crisis, aunque algunos países cargan con una mayor cuota de culpa. Los países ricos, por su alto nivel de industrialización y consumo, generan un impacto ambiental mucho más severo que las naciones pobres, donde los daños son considerablemente menores.

En el caso de México, ejemplificó, los estados con mayor desarrollo económico e industrial, como Nuevo León, Jalisco y Ciudad de México, provocan un impacto ambiental superior al de las entidades más pobres del sur del país. Por ello, llamó a impulsar una transformación profunda en los hábitos cotidianos y en las estructuras productivas que privilegian el crecimiento económico sobre la preservación de la vida.

El investigador destacó que esta realidad también se refleja en San Luis Potosí, donde en municipios como Villa de Reyes el agua se destina principalmente a la industria y la agricultura, mientras las comunidades más pobres enfrentan una escasez severa. “Debemos cambiar esta lógica que convierte el derecho al agua en un privilegio”, expresó.

A nivel global, agregó, los avances científicos en materia clínica, como las células genéticamente modificadas para curar la diabetes o el uso de órganos animales en trasplantes, resultan insignificantes frente a la amenaza que representa la posible extinción del plancton, organismos microscópicos que capturan entre el 5 y el 30% del CO₂. Su desaparición, provocada por la contaminación y el aumento de la temperatura y el pH de los mares, constituye una amenaza directa para la vida en la Tierra.

“¿Para qué queremos células modificadas genéticamente si no habrá vida?”, cuestionó el especialista.

Finalmente, Díaz Barriga sostuvo que el futuro del planeta depende de la construcción de espacios cívicos ambientales, donde los derechos humanos y los derechos de la naturaleza se integren y protejan mutuamente. “Si aspiramos a un planeta sano, debemos entender que humanos y no humanos formamos parte de un mismo sistema”, concluyó.

Seguiremos informando.

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