Las celebraciones de Halloween y Día de Muertos hacen del disfraz y el maquillaje los grandes protagonistas, transformando a los niños en catrinas o monstruos, sin embargo, especialistas en dermatología y pediatría alertan sobre los riesgos que el uso de cosméticos representa para la piel infantil.
La piel de los niños es notablemente más delgada, produce menos aceites protectores y es mucho más sensible que la de un adulto, lo que la hace altamente propensa a sufrir irritaciones, alergias o dermatitis por contacto al exponerse prolongadamente a productos no dermatológicos que contienen fragancias, conservadores o metales pesados.

Los principales riesgos de salud asociados al maquillaje de disfraces incluyen el enrojecimiento, la comezón y la inflamación de la piel. Además, los productos de mala calidad pueden obstruir los poros, causando pequeños brotes y granos.
Un peligro especial reside en el área ocular: si el maquillaje o la brillantina entran en contacto con los ojos, pueden provocar infecciones o conjuntivitis. Adicionalmente, el uso de aerosoles y fijadores en exceso puede irritar las vías respiratorias, un riesgo particular para niños con antecedentes de alergias o asma.

Para garantizar una celebración segura y sin contratiempos dermatológicos, los expertos recomiendan una serie de medidas preventivas sencillas. Es fundamental revisar que el maquillaje sea de tipo dermatológico o hipoalergénico y comprarlo en establecimientos formales.
Cabe señalar que la mayoría de especialistas recomiendan realizar una pequeña prueba de alergia en la piel antes de poner completo el respectivo maquillaje.
