El escándalo sexual que sacude a la congregación de los Salesianos en México, destapada por medios nacionales, alcanza a San Luis Potosí, donde se documentaron episodios de abuso cometidos por el sacerdote Jaime Reyes “N.” contra menores durante actividades religiosas y viajes organizados por la orden. Entre los hechos más graves figura una agresión ocurrida durante un trayecto nocturno de Tamazunchale a Guadalajara en 1996, cuando una de las víctimas, entonces de 17 años, fue atacada por el sacerdote dentro del autobús.
Las denuncias revelan un patrón de abuso sexual sistemático y encubrimiento institucional dentro de la congregación, que por décadas ha operado en el país con escuelas y centros de formación juvenil. Los testimonios y documentos internos señalan que superiores de la orden —incluidos líderes que después ocuparon cargos en el Vaticano— minimizaron los hechos y evitaron presentar denuncias penales contra el agresor, pese a la obligación legal de hacerlo.
En el caso de San Luis Potosí, los abusos cometidos por Reyes “N.” se produjeron mientras el sacerdote tenía a su cargo la formación espiritual de adolescentes en instituciones salesianas, aprovechando su posición de autoridad para someter a sus víctimas mediante manipulación y coerción. Las secuelas psicológicas derivadas de esos ataques han requerido atención médica y psiquiátrica prolongada, según los reportes legales y médicos presentados por los afectados.
A pesar de las pruebas documentadas, el sacerdote recibió únicamente sanciones internas menores y continuó ejerciendo funciones pastorales en distintas sedes del país. Las víctimas, entre ellas potosinas, acusan que las autoridades religiosas obstaculizaron la entrega de información y el acceso a justicia, manteniendo los casos bajo confidencialidad canónica.
Este caso ha reavivado la furia de la sociedad, pues no son escasas las denuncias de abuso sexual en San Luis Potosí por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica de México, siendo el más recordado el de Eduardo Córdova Bautista, a quien se le atribuyen más de 100 agresiones sexuales contra menores de edad y que sigue prófugo de la justicia.
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