
Drones ucranios atacaron durante la noche una planta de procesamiento de gas en Orenburg, al sur de Rusia, lo que desató un incendio y obligó a suspender temporalmente los envíos de gas provenientes de Kazajistán, informaron autoridades de ambos países.
La instalación, operada por Gazprom y una de las más grandes del mundo con capacidad anual de 45 mil millones de metros cúbicos, procesa gas del campo kazajo Karachaganak y de yacimientos rusos. El gobernador regional, Yevgeny Solntsev, confirmó daños en parte de la planta.
El Ministerio de Energía de Kazajistán señaló que la suspensión del procesamiento se debe a una «situación de emergencia tras un ataque con drones». Ucrania afirmó que el bombardeo provocó un incendio a gran escala y dañó una unidad de purificación.
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