
La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada la reforma a la Ley de Amparo y la devolvió al Senado, tras modificar nuevamente el artículo tercero transitorio para precisar qué juicios se resolverán con las reglas actuales y cuáles bajo las nuevas disposiciones.
El dictamen fue avalado con 322 votos a favor, 128 en contra y tres abstenciones, luego de un debate centrado en si la norma implica o no retroactividad. La modificación establece que las etapas procesales concluidas seguirán bajo la legislación vigente, mientras que las posteriores a la entrada en vigor de la reforma se regirán por las nuevas reglas.
De acuerdo con el morenista Hugo Eric Flores, el cambio busca “poner orden” en los procedimientos y evitar abusos del amparo, al tiempo que el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, defendió que la medida pretende frenar los recursos legales con los que grandes empresarios eluden el pago de créditos fiscales o bloqueos de cuentas por lavado de dinero.
La oposición, en cambio, advirtió que la reforma representa “una ley retroactiva disfrazada” que debilita la certeza jurídica. Legisladores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano acusaron a Morena de manipular el texto para permitir discrecionalidad judicial.
Entre los puntos centrales, la reforma declara improcedente el amparo contra créditos fiscales firmes, salvo que el contribuyente garantice el monto mediante billete de depósito o carta de crédito. Además, excluye del Tribunal Federal de Justicia Administrativa los casos sobre créditos ya determinados, con el fin de evitar la reapertura de litigios y agilizar la recaudación.
Una propuesta del PVEM para reconocer el interés legítimo de comunidades indígenas y organizaciones ambientales fue rechazada por la mayoría.
Con la nueva redacción, la minuta regresa al Senado para su revisión final.