
Sábado 4 de octubre, CDMX.- El axiote, también conocido como achiote, tiene un origen ancestral en las culturas precolombinas de México y América Central, especialmente valorado por los mayas.
Esta planta, cuyo nombre en náhuatl es achiotl, significa «tintura roja» y se usaba no solo para condimentar y dar color a los alimentos, sino también como pigmento para pintar cuerpos, textiles y cerámicas con significados simbólicos relacionados con la vitalidad, la protección y la conexión espiritual. Más allá de su uso culinario, el axiote ha tenido un profundo arraigo cultural y espiritual desde tiempos antiguos.
Para su preparación, se utilizan las semillas de la planta Bixa orellana, que una vez maduras y secas, se muelen para obtener un polvo rojo intenso. Este polvo se mezcla con especias y líquidos para formar una pasta aromática llamada recado rojo, utilizada ampliamente en la gastronomía mexicana.
Los ingredientes comunes que acompañan al axiote incluyen comino, pimienta negra, orégano, clavo de olor, ajo, jugo de limón y naranja agria, vinagre y chile habanero, aportando sabor y color a platillos tradicionales como la cochinita pibil.
El axiote no solo aporta su característico color rojo a la cocina mexicana, sino que también enriquece los sabores y preserva las tradiciones culinarias de regiones como Yucatán y Campeche.