El presidente Donald Trump rechazó la invitación al diálogo enviada por Nicolás Maduro, tras recibir una carta fechada el 6 de septiembre de 2025 en la que el mandatario venezolano propone conversaciones «directas y francas» con el enviado especial de EE.UU., Richard Grenell, para superar lo que llama «ruido mediático» y «noticias falsas».
En su escrito, Maduro niega las acusaciones de vínculos entre su gobierno y redes de narcotráfico, calificándolas de «fake news» y “completamente infundadas”.
También afirma que Venezuela está libre de producción de drogas, menciona que solo un pequeño porcentaje de drogas que salen de Colombia pasan por su territorio, y asegura que su gobierno ha neutralizado más del 70 % de los intentos de tráfico que atraviesan la frontera con Colombia.
Maduro además señala que Venezuela aceptó los retornos de migrantes deportados, lo cual, dice, fue resuelto rápidamente con intervención de Richard Grenell..
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que la carta estaba «plagada de mentiras» y reiteró que la postura de la administración de Trump hacia Venezuela no ha cambiado. Leavitt también calificó al gobierno venezolano como «ilegítimo» y aseguró que Trump ha dejado claro que está dispuesto a usar todos los medios necesarios para detener el tráfico ilegal de drogas «venezolanas» que, según EE.UU., causan daño grave.
