
La tragedia provocada por la explosión de una pipa de gas en el puente de La Concordia continúa cobrando vidas. Este martes, la Secretaría de Salud local confirmó dos decesos más, lo que eleva a 17 el total de personas fallecidas. Se trata de Omar Alejandro García, de 28 años, y Edgar Santiago, de 51, quienes permanecían internados en hospitales del ISSSTE y no lograron sobrevivir a las lesiones.
El siniestro, considerado uno de los más graves en la capital en la última década, dejó inicialmente decenas de heridos. A casi una semana del accidente, 35 personas siguen hospitalizadas, varias con quemaduras que cubren hasta el 90% del cuerpo, mientras que 31 ya han recibido el alta médica.
La explosión ocurrió el miércoles pasado en los límites de Iztapalapa y Nezahualcóyotl, a la altura de la salida a Puebla. De acuerdo con la primera indagatoria de la Fiscalía capitalina, un impacto externo dañó el tanque de gas, lo que provocó la fuga y posterior ignición del combustible. Sin embargo, la principal línea de investigación apunta a que la unidad circulaba a exceso de velocidad. El conductor, que resultó gravemente herido, permanece bajo custodia en un hospital.
Las llamas, que se elevaron más de 30 metros y fueron captadas en videos por automovilistas y peatones, dejaron una escena de devastación en la zona. Algunos vecinos señalaron que el mal estado del pavimento pudo ser un factor, aunque la jefa de Gobierno de la capital descartó esa versión.
El accidente ha abierto un debate sobre la regulación del transporte de materiales peligrosos en zonas urbanas. Autoridades locales han planteado la necesidad de establecer protocolos más estrictos sobre el tipo de mercancías que pueden circular en horarios de alta afluencia vehicular y en áreas densamente pobladas.
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